La muerte nos hirió una y otra vez, pero no fuimos derrotados

Por: CEMIJW y TUJAAL.ORG

En este lugar hoy llamado Paisajes de la Memoria[1], operó hace aproximadamente 40 años, uno de los muchos destacamentos militares creados por el Estado guatemalteco. Esta loq’olej ulew (sagrada tierra) fue testiga de las torturas más indecibles y de los asesinatos más viles, cometidos contra niñas, niños, mujeres y hombres. Tanto es así, que las osamentas encontradas en las fosas comunes, son capaces de hablarnos, de describirnos la extrema crueldad a la que fueron sometidas. ¿Qué crímenes cometieron las madres kaqchikel con sus hijos sobre la espalda y las mujeres embarazadas enterradas en las fosas comunes? ¿Qué hicieron estas personas que ahora descansan en este lugar, para merecer una muerte tan brutal? Ningún ser vivo o ser humano merece morir así, pero estos hechos muestran cómo quienes los cometieron no tenían ningún límite.

¿Qué crímenes cometieron las madres kaqchikel con sus hijos sobre la espalda y las mujeres embarazadas enterradas en las fosas comunes? ¿Qué hicieron estas personas que ahora descansan en este lugar, para merecer una muerte tan brutal? Ningún ser vivo o ser humano merece morir así, pero estos hechos muestran cómo quienes los cometieron no tenían ningún límite.

La década de 1980 no fue la primera vez que nuestros pueblos se encontraron con una muerte tan cruel, tampoco este territorio donde estamos, recibió sangre y abrazó cuerpos torturados por primera vez en ese tiempo. Esto inició hace 500 años, cuando en febrero de 1524, el Pueblo Kaqchikel se enfrentó al sanguinario Pedro de Alvarado y sus tropas, que llegaron para invadirnos. Incluso entre los mismos colonizadores, se decía que la crueldad de Alvarado no tenía comparación, así lo muestra el juicio al que fue sometido en México.

En el Memorial de Sololá,[2] los escribientes kaqchikeles, anotaron que luego de la quema de la ciudad de Iximche’, la gente se escondió en montes, cuevas y barrancos siendo Chi Xot, (San Juan Comalapa, Chimaltenango), uno de los lugares que habitaron. Era 1526, y en ese tiempo “tuvo algún descanso nuestro corazón”, dijeron. Igualmente lo tuvieron los Aj Pop (gobernantes) Kaji’ Imox y B’eleje K’at. “No nos sometimos a los castellanos” afirmaron. Pero al cumplirse un año y un mes de la quema de Iximche’ por Alvarado, llegaron los castellanos a Chi Xot. “El día 1 kaok (27 de marzo del 1527) comenzó nuestra matanza por parte de los castellanos… La muerte nos hirió nuevamente, pero ninguno de los pueblos pagó el tributo”.[3]

Era 1526, y en ese tiempo “tuvo algún descanso nuestro corazón”, dijeron. Igualmente lo tuvieron los Aj Pop (gobernantes) Kaji’ Imox y B’eleje K’at. “No nos sometimos a los castellanos” afirmaron.

De manera que este lugar tiene grandes y muy antiguos secretos. Se ha producido mucha muerte, pero también se concentra aquí una gran energía de lucha. Como dijeron los kaqchikeles cuando llegaron los castellanos a Chi Xot, la muerte nos hirió una y otra vez,  pero no fuimos derrotados. No estaríamos aquí, no estaríamos vivos, sin la lucha de quienes nos han antecedido a lo largo de estos 500 años.

Concentración de osamentas y piezas de cerámica Maya en fosa No. IV. Paisajes de la Memoria, Chixot (San Juan Comalapa).*

En este lugar, Paisajes de la Memoria, también se encontraron utensilios antiguos, como evidencia de que fue habitado desde hace más de 20 mil años, porque nuestra historia no empieza con la invasión española. El equipo de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) que hizo las excavaciones, encontró en una de las fosas, utensilios mayas muy antiguos junto a las osamentas de las personas masacradas durante el  conflicto armado. Es decir, los cuerpos fueron tirados en una fosa donde, bien sea que había objetos antiguos o los criminales los colocaron de ese modo. Cualquiera que fuera el caso, este mensaje puede ser interpretado como que a nosotros debe enterrársenos junto con nuestro pasado, que debemos ser exterminados y que no haya memoria de nuestra existencia.

Cualquiera que fuera el caso, este mensaje puede ser interpretado como que a nosotros debe enterrársenos junto con nuestro pasado, que debemos ser exterminados y que no haya memoria de nuestra existencia.

A pesar de querer borrar el pasado, antiguo y reciente, los utensilios mayas fueron encontrados y nos hace recordar que tenemos un tiempo largo. Pero en vez de que estos objetos quedaran en el Pueblo de Chixot para que sus habitantes rememoraran las múltiples maneras en que se presenta nuestro pasado, el Estado se los apropió inmediatamente al llevarlos a los museos o a sus bodegas. De esta manera el Estado rompe la memoria de los Pueblos, la folcloriza, la apropia, la destruye o la vende.

De esta manera el Estado rompe la memoria de los Pueblos, la folcloriza, la apropia, la destruye o la vende.

Las élites contrainsurgentes y quienes siguen su ideología, nos exigen olvidar el pasado, nos quieren obligar a enterrarlo, pero nosotros nos negamos. No enterraremos nuestro pasado, porque si lo hacemos nos enterramos a nosotros mismos y desapareceríamos. Por el contrario, debemos hacer revivir el pasado, entendiendo y recordando por qué lucharon quienes fueron asesinados en diferentes tiempos. Nuestro pasado no es una cosa muerta, está vivo, es ahora. Esto es así, porque cuando dialogamos con el pasado, nuestro presente se dignifica, se engrandece y se contagia de la energía de la lucha de quienes nos precedieron.

Nuestro pasado no es una cosa muerta, está vivo, es ahora. Esto es así, porque cuando dialogamos con el pasado, nuestro presente se dignifica, se engrandece y se contagia de la energía de la lucha de quienes nos precedieron.

Cuando la gente muere, no muere completamente si sus ideales son retomados por otras personas. Más que morir retoñan o vuelven a vivir en quienes continúan sus luchas. El pasado se nos niega porque estimula nuestras luchas contemporáneas, porque le da sentido a la lucha de nuestros antepasados, para que ésta no haya sido inutil, para que no hayan sufrido en vano, para que no hayan llorado en vano, para que no hayan muerto en vano.

Cuando la gente muere, no muere completamente si sus ideales son retomados por otras personas. Más que morir retoñan o vuelven a vivir en quienes continúan sus luchas.

Este 24 de febrero, rememoramos la lucha de los kaqchikeles frente a los castellanos en 1524, recordamos también la lucha de nuestra gente por una mejor vida en la década de 1980. Diferentes organizaciones realizamos ofrendas a los seres y a las energías que ahora descansan. Paisajes de la Memoria (impulsado por CONAVIGUA y FAFG), hicieron un análisis del Informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico que cumplió 25 años; Divergencia Colectiva y la Comunidad de Estudios Mayas Ixbalankyej Junajpu Wunaq (CEMIJW), realizamos y presentamos tres documentales como una manera de negarnos al olvido, de oponernos a sepultar el pasado. Uno de los documentales posiciona la resistencia de nuestrxs hermanxs mayas desplazas en Estados Unidos, durante el genocidio de los 80. El día cerró con un gran concierto ofrecido por el grupo de música maya contemporánea Tujaal Rock. Deseamos que nuestra ofrenda haya sido recibida con agrado por qatit-qamam que habitan y descansan en este lugar.

Celebramos el privilegio de estar vivos, 500 años después de que los castellanos cometieran el primer genocidio en tierras mayas. El haber sido sobrevivientes del genocidio de la década de 1980 también exige un compromiso.

Agradecemos con nuestro k’u’x, una, dos, tres veces a qatit-qamam que ofrendaron su vida, para que quienes ahora existimos en el plano material, podamos continuar sus luchas y dejar algún legado a las nuevas generaciones.

[1] El Comité Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA), impulsó la creación del Memorial o Paisajes de la Memoria en lo que antes fue el destacamento militar de San Juan Comalapa, Chimaltenango. Y junto con la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) trabajan para darle vida.
[2] Memorial de Sololá, traducción de Adrián Recinos, Editorial Piedra Santa, 1999: 105.
[3] Ibíd.

*Figura 8 Concentración de esqueletos del artículo “59 – UNA OFRENDA PARA LA MUERTE FUTURA: HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS EN PALABOR, SAN JUAN COMALAPA, CHIMALTENANGO – Eddy A. Joaquín – Simposio 20, Año 2006″. https://www.asociaciontikal.com/wp-content/uploads/2017/01/59.06_-_Eddy.pdf

Deja un comentario